Disfrutando de la playa

Había mucho ruído por la ciudad, así que había decidido buscar un sitio tranquilo donde poder relajarme, mira por donde encontré la playa.

Decidí sentarme por allí, la arena estaba calentita y las olas eran muy relajantes, se estaba tan relajado. Empezaba incluso a darme sueño, pero no debía dormirme allí.

Solamente cerraría los ojos un momento, pero no me dormiría.

Quería despejarme de las preocupaciones... Últimamente había sufrido demasiadas emociones fuertes. Dell en el hospital... discusiones con Luka... la cabeza se me estaba comenzando a cargar.
Asi que decidí ir a dar un paseo por la playa. Estaba totalmente desierta, no se veía ni un alma.

Entonces vi a alguien familiar acostado en la arena.
"Oh, es mi amigo del alma, Kaito".
Sin embargo lo notaba algo distinto... al parecer, se había teñido el pelo de verde "Que mal le queda..." pensé.

Me acerqué a él, parecía dormido asi que decidí despertarle de una manera graciosa.

Me puse detrás de él y me agaché hasta que su cara casi rozaba la mia.

- Hola~ -le dije mientras le lanzaba un beso. ((ojo, lanzar un beso, no besar ¬¬))

Sentí un ruido detrás mía, parecía un beso. Me sobresalté tanto que caí hacia delante cayendo sobre la arena.

Me levanté sacuiéndome la arena y miré al desconocido que me había hecho eso:

- ¿Qué es lo que haces? ¿Cómo puedes ir por ahí asustando a la gente que no conoces?

Estaba bastante enfadado con aquel desconocido, ¿Quién se creía que era?

Kaito pareció asustarse bastante. Le miré con una sonrisa burlona, aunque mi expresión cambió cuando me dijo "¿Cómo puedes ir por ahí asustando a la gente que no conoces?".

- ¿Eh...? ¿Ya te has olvidado de mi, Kaito? -dije tristemente- pues que sepas que ese color verde te sienta fatal -añadí resentido.

Me quedé mirándole de reojo... Kaito parecía diferente... se había cambiado el pelo y la ropa a color verde y su forma de ser era ligeramente distinta.
"¿Es Kaito? ¿O es un gemelo suyo o algo asi?" pensé.

- ¿Kaito? Te equivocas, soy su hermano Nigaito. Y el color de pelo lo he llevado siempre, y me queda bien.-Añadí refunfuñando.

- Que confianzas tienes con mi hermano, con razón decía que tenía una pareja. No sabía que mi hermano era así, sobre todo cuando atrae tanto a las chicas.

Estaba bastante molesto, la verdad es que casi me había dormido allí. Que susto me había dado.

- ¿Eh? Ah... asi que eres su hermano... ya decia yo -dije soltando una pequeña carcajada.

- ¿Confianzas...? ¡¡Eh, eh!! -dije algo alterado- Kaito y yo no somos pareja ni nada asi... no pienses cosas raras, solo somos amigos.

Me quedé mirándole de reojo "Pero qué hermano más raro que tiene Kaito..." pensé.

- ¿Y tú también vives en la mansión vocaloid?

- Sí, vivo allí.¿Y tú eres?

Un amigo de mi hermano, interesante. A lo mejor podía decirme algo más sobre mi hermano, seguro que algo muy interesante.

- Si eres tan amigo de Kaito, ¿Sabes quién es su novia? Llevo tiempo queriendo saberlo.

¿Chico o chica? No sabía que era la persona que tenía delante, que cosas.

- Em... ah si, disculpa mi falta de cortesía... Soy Gakupo Kamui, un samurai -dije tendiendole la mano- Encantado Nigaito -añadí con una sonrisa.

Se parecía mucho a Kaito, aunque era ligeramente diferente. Su cara era como más inocente. Aparté la mirada y miré hacia el mar.

- Oye perdona por lo de antes... no te volveré a asustar... no por lo menos hasta que no seamos amigos -dije soltando una carcajada.

Entonces Nigaito me preguntó por la pareja de Kaito... "Vaya una pregunta mas rara".

- ¿Kaito? No sabía que tuviera novia... y si tiene no tengo ni idea de quien es, lo siento...

-Vamos, me estas mintiendo. Si mi hermano era siempre el más popular fuera donde fuera, se pegaban por él.

Un samurai, no sabía que todavía existía alguno, la verdad es que tampoco podían hacer mucho existiendo pistolas y esas cosas. Aún así, impresionaba bastante.

- Un samurai, pensaba que se habían extinguido.

Los samurais tuvieron mucha importancia en el periodo... eh, ¿Edo? Puede ser. En cambio después no se les mencionaba en ningún lado.

- Jaja, si... bueno, ya quedamos pocos -dije mirando hacia otro lado- ¡pero nunca nos extinguiremos!

Seguía insistiendo en lo de su hermano... "Mira que es insistente..." pensé "¿Por qué estará tan interesado en los romances de su hermano?"

- ¿Popular? ¿Kaito? -dije sorprendido- pues que yo sepa aquí aún nadie se ha peleado por él... no te miento, en serio.

Entonces recordé que debía de ir a recoger las flores que encargué en la floristería.

- Ah, lo siento Nigaito... ya hablaremos en otra ocasión -dije a la vez que me iba corriendo.

En cierto modo, quería irme de allí... ese chico era... muy raro.