De visita en el hospital

Iba caminando por la acerca, con Gakupo unos pasos por delante. Habíamos decidido visitar a Dell, pues hacía unos días que no sabíamos nada de su estado ya que los médicos no nos habían dado noticia alguna. Estaba un poco apenada pues el joven samurai parecía algo deprimido por el estado en el que se encontraba Dell a pesar de que en aquellos momentos una sonrisa surcara su cara.

-¿Crees que se recuperará pronto?- dije mientras a lo lejos divisaba la puerta del hospital

Miré a Gumi sonriente, ocultando mi pena.

- Si, claro que se recuperará pronto -dije muy optimista y sonriente.

Luego, miré al edificio... me sumergí en mis pensamientos y no pude evitar pensar en voz alta.

- Supongo... o puede... que tarde un mes... un año... o... que nunca... -dije mientras mis ojos comenzaban a ponerse llorosos.

Volví en mí y balanceé la cabeza para deshechar aquellos pensamientos.
Entramos al hospital, aquello era muy grande y... blanco, demasiado blanco...

- ¿Vamos primero a ver a Dell o al doctor? -pregunté a Gumi.

Sus ojos se tornaros llorosos, como si en cualquier momento fueran a derramar todas aquellas lágrimas que contenían. Coloqué una mano en su hombro dándole ánimos.

-Como tú quieras, ¿prefieres que nos den las noticias primero o quieres ver a Dell? O si lo prefieres, puedo ir yo mientras tu estas con él- dije esbozando una cordial sonrisa. Le tomé de la mano, y nos adentramos en aquel enorme hall plagado de enfermeras.

Miré a Gumi con ternura, su ofrecimiento me había conmovido.

- ¿Enserio...? B-bueno... si no te importa... no quiero oir al doctor, tengo un trauma con él desde que me echó de la habitación y no me dejó entrar...

Me dirigí a las escaleras, me giré y sonreí a Gumi.

- ¡Muchas gracias, Gumi-chan! Te espero en la habitación de Dell...

Subí las escaleras y caminé por los blancos pasillos hasta llegar a la habitación donde se encontraba Dell.
Abrí la puerta lentamente y ahí estaba... parecía como si durmiera placidamente.
Me acerqué a él y le observé... "Se ve como un ángel... lástima que en verdad sea mas bien un demonio" pensé.
Me dolía mucho verle así, y aún no sabía por qué... tampoco es que nos conociéramos tanto, y además me había causado varios traumas...
Coloqué mi mano sobre su mejilla y le miré dulcemente.
"Si ahora estubiera despierto... no creo que me atreviera a hacer esto" Pensé antes de reclinarme y acercar mi cara a la suya...

-No hay por qué darlas...- dije mientras me dirigía a la consulta del doctor. No había muchos pacientes por la zona, por lo que imaginé que no estaría tan ocupado y me permitiría hacerle un par de pregutnas sobre el estado de Dell. Llamé a la puerta y al no recibir respuesta alguna, decidí abrir la puerta. Miré hacia todos los lados pero no vi a nadie.

-Perfecto... creo que paso de buscar a Wally- pensé en voz alta, me giré y volví de regreso a la habitación, cuando me encontré con el doctor. Al parecer Dell se encontraba estable, y no corría ningun peligro, por lo que sonreí y fui corriendo a la habitación sin prestar a los rostros de las personas que me observaban reprochantes.

-¡Gukupo el doctor me dijo que...!- al abrir la puerta vi como este estaba a punto de besar a Dell, mis ojos se tornaron como platos hasta que cerré la puerta tras de mi, quedando en el pasillo roja com un tomate -¡Perdon! No era mi intencion..

Me giré sobresaltado cuando oí que Gumi entraba a la habitación.
"¿Por qué siempre que estoy en una situación comprometida me tienen que pillar? Que mala suerte..." pensé.
Salí al pasillo corriendo y miré a Gumi, que estaba sonrojada. Me sonrojé yo también.
- Eh... Gu-gumi-chan... -dije nervioso- N-no estaba haciendo n-nada raro... no pienses mal... je, je...
Desvié la mirada, estaba rojo como un tomate. Abri la puerta de la habitación de Dell.
- ¿E-entramos? -dije nervioso, invitándola a pasar.

Miré mis zapatos evitando su mirada, aunque supondría que estaría igual de rojo que yo.

-No, tran-tranquilo, claro que no es nada raro...- que hayas estado a punto de besar a Dell..." Terminé mentalmente -Claro, entremos- dije entrando por la puerta todavía algo incómoda. Me quedé quieta delante de la cama de Dell y levanté la vista, contemplando su estado. Era como si estuviera en un sueño perpétuo del que nunca pudiera salir, pero en el fondo, tenía esperanzas, por Gakupo.

Entramos a la sala... todo estaba muy silencioso.
Ambos mirábamos a Dell, que permanecía inmovil.
Me giré hacia Gumi y le pregunté algo serio.
- Esto... ¿qué te ha dicho el médico?
En el fondo tenía un poco de miedo... esperaba que no fueran malas noticias.

Olvidé por completo lo sucedido minutos antes concentrándome en la amena conversación que había tenido con el Doctor que llevaba cierta prisa.

-Me dije que se encontraba estable, que su estado estaba mejorando poco a poco, por lo que, probablemente en poco tiempo despertara... pero no estaba muy seguro de ello- dije un poco triste. Ojalá Dell supiera lo que estaba sufriendo Kamui en esos momentos.

Me giré hacia ella de golpe cuando oí que decía que podría despertar pronto. Me acerqué mas a ella y sonreí esperanzado.

- ¿P-poco tiempo...? -logré decir- ¡Ojalá y sea cierto...!

Luego, miré a Dell tristemente. Verlo así me ponía triste, pero a la vez tenía la esperanza de que despertara pronto.

- Es triste verlo en ese estado... y pensar que hace poco Dell era una de mis mayores preocupaciones... me causaba muchos problemas y malentendidos. Y ahora fíjate, desearía que estubiera despierto aunque me causara el doble de problemas... es raro.

Dirigí la mirada hacia la cama de sábanas blancas donde el cuerpo de Dell reposaba incosciente con multitud de cachárros enchufados a la pared, solté un suspiro de resignación. "Es tan dificil..." pensé. Entonces escuché lo que Kamui dijo a cerca de él.

-Kamui... ¿Qué es lo que sientes por Dell?

Me quedé embobado observando la blanca habitación cuando Gumi me preguntó algo raro... me giré hacia ella sorprendido.

- ¿C-como dices...? -dije nervioso, sin saber que contestar- ¿Sentir por Dell...? P-pues em... yo... -me puse rojo y desvié la mirada- Digamos que... siento como s-si fuera mi hermano menor...

Gumi también sospechaba que había algo entre nosotros... ¿por qué todo el mundo sospecharía? Quizás fuera verdad y no quería aceptarlo... desheché esos pensamientos por completo "No, no puede ser...".

Solté una risotada ante su comportamiento. Coloqué una mano sobre su hombro tranquilizándolo un poco y a continuación dije:

-Tranquilo joven samurai... es solo que, cada vez que le miras, tu mirada refleja cariño y ternura...- dije sonriendo de medio lado.

La miré algo nervioso cuando se rió, pero me tranquilicé cuando posó su mano sobre mi hombro.
Cuando Gumi me dijo aquello, observé a Dell en silencio... no sabía que le mirase de esa manera, mas que nada por que no puedo verme a mi mismo.
- No tenía ni idea... puede que sea cierto... -dije sin dejar de mirarlo- Debe de ser el cariño y ternura con el que se le puede querer a un hermano pequeño.

Asentí mientras rememoraba aquellas tardes en las que solia pasarme horas y horas jugando con mi hermano mayor en el jardín a ser bomberos, médicos, superheroes, etc. Añoraba aquellas sensaciones de felicidad que tuve en aquella época.

-Supongo que tienes razón... yo quiero mucho a mi hermano ¿sabes? El día que abandonó la casa para irse de estudios, estuve llorando hasta el dia siguiente- confesé algo avergonzada

- Vaya, no tenía ni idea de que tubieras un hermano, Gumi-chan -dije mirándola sorprendido.

Bueno, al menos parecía que Gumi había dejado de sospechar de mi... eso era bueno. Decidí seguir hablando de su hermano, no me convenía que hablásemos de Dell, eso me ponía nervioso.

- Y, em... ¿donde está ahora? ¿sigue en el extranjero?

Al parecer había tocado un tema delicado, me arrepentí de haber preguntado cuando vi la cara de Gumi. Cuando dijo que no sabía nada de su hermano la miré sorprendido y triste a la vez.

- P-perdona yo no quería hacerte pensar en ello... soy un bocazas -dije disculpándome por haber sacado el tema- Pero tú tranquila, seguro que algún día vuelves a verle...

Un silencio incómodo invadió la sala. Me sentía mal, por mi culpa había hecho que Gumi se pusiera triste. Decidí romper el silencio diciendo lo primero que se me pasase por la cabeza.

- Mientras tanto si quieres yo puedo ser tu hermano, Gumi-chan -dije eufórico- Em... s-se cocinar.

Me restregué los ojos con la manga de la sudadera y ladeé la cabeza, mirando a Gakupo agradecida.

-No te preocupes, es solo que lo echo mucho de menos..- sonreí, aunque tenia la sensacion de que mi sonrisa no llegó a los ojos. Me quedé sorprendida cuando me dijo aquello, asanché mi sonrisa mientras sin pararme a pensar me lancé contra Kamui abrazándolo- ¿de verdad? e-eso sería maravilloso! Onii~ -dije alegremente

Al parecer mi propuesta le había levantado el ánimo a Gumi. Me abrazó inesperadamente y yo, algo rojo, correspondí al abrazo. Sonreí, me alegraba de verdad haber animado a Gumi... y sonreí aún más cuando me llamó Onii... en realidad, me hacía ilusión.

- Jaja, me alegro de que te guste la idea, Gumi-chan -dije sonriente- Prometo que seré un buen onii-chan ¡Te protegeré, te llevaré al parque y te prepararé la merienda! -dije algo emocionado, un poco sin pensar- P-perdona, me he emocionado un poco... jeje

En ese momento logré olvidarme de aquel chico que yacía inconsciente en la cama.

-Prometo que seré un buen onii-chan ¡Te protegeré, te llevaré al parque y te prepararé la merienda!- Solté una carcajada, y me separé de él mirándolo alegremente. Iba a tener un Onii! Y esta vez no se iba a ir de mi lado... me dije internamente.

-Se te olvidó decir algo...- me acerqué a su oido y susurré con voz de niña pequeña- También tienes que vigilar que el coco no venga a por mí, por la noche - Reí.

Comencé a reirme cuando me dijo eso al oído. Gumi era una chica verdaderamente adorable, toda una hermanita pequeña a la que proteger y cuidar... quizás eso era lo que verdaderamente me hacía falta, alguien a quien dedicar mi tiempo.

- Gracias, Gumi-chan... hacía tiempo que no me reía tanto, sobre todo desde que... -dije mirando la cama de Dell.

Negué con el dedo índide como los niños pequeños. Quería ver a Gakupo sonriente, que rebosara de felicidad, y que esta no se esfumara en cuanto viera a Dell en la cama del hospital, estaba muy segura, de que él no querría que Gakupo estuviera así.

-Onii... no te pongas triste de nuevo... quiero que sonrias! Que seas feliz! Y estoy segura de que Dell pensaría lo mismo- sentencié. Me acerqué a mi mochila y saqué un cuaderno y varias ceras. Comencé a hacer un dibujo, como si de mi, surgiera la niña de 6 años que llevaba dentro, y una ver terminado se lo enseñé.

-Mira es un regalo, te gusta? :3

((loool xDD que gracia de dibujo x3))

Gumi intentó animarme. Al parecer mis intentos por que la tristeza al ver a Dell no se me notara no servían, era tan evidente que me ponía triste...
Hice un esfuerzo por sonreír, a la vez que suspiraba e intentaba no mirar a Dell.

- Gracias, Gumi-chan... i-intentaré no estar triste...

Entonces, vi como Gumi comenzaba a dibujar en un cuaderno que llevaba en su mochila. Luego, me mostró el dibujo que había hecho... lo miré con la boca abierta y los ojos como platos mientras lo cogía. Era un dibujo algo simple... pero expresaba mucho sentimiento. Estube contemplándolo un rato, una gran sonrisa se dibujó en mi cara mientras mis ojos comenzaban a ponerse húmedos.

- Ah... me estoy volviendo un llorica -dije mientras me secaba los ojos, luego miré a Gumi y sonreí- Muchas gracias Gumi-chan, esto es... el mejor regalo que me han hecho en la vida... me lo colgaré en la pared de la habitación.

-Solo quiero que estes contento Onii~ no me gusta verte tan triste- dije mientras le tendía un cleanex (o como puñetas se escriba xD) para que se secase las lágrimas.

-D: No eres un llorica Gakupo.. solo un poco sensible ^^U- dije riendo por lo bajini.