Paseando por la ciudad sin rumbo fijo

Hacía buen día para salir y yo no me quería quedar en mi habitación aburrida y sin hacer nada,así que cogí todo lo necesario (los cascos y una naranja) y salí con ánimos a visitar algún rincón de la gran ciudad.

Me fui hacía el sur,buscando algo divertido para hacer,mientras miraba hacía todos los lados,comiendo la naranja que tanto me gustaba.

-¡No hay ni un alma por aquí! Que aburrimiento...-dije inflando los mofletes.

Anduve un rato más,buscando a alguien,hasta que llegué a un gran parque,donde había varios niños jugando.
Tiré la cáscara de la naranja al contenedor de la basura,me senté en un columpio a descansar y me puse mis cascos,decorados con una clave de sol,en los oídos.Me quedé allí un rato,escuchando música mientras balanceaba con suavidad el columpio,mirando a los niños que se divertían jugando en la arena,hasta que ya me harté un poco,ya que no había visto a nadie conocido con el que pudiese jugar.

-Quizá debería buscar en otro sitio-me dije,levántandome del columpio.