Nuevo inquilino

Aquello había sido muy extraño... la gente creería algo que no es, algo falso sacado de un malentendido.
-Bueno... aún así, no quiero falsos rumores, eso siempre complica las cosas-dije con la cabeza encogida.
Me sentía muy mal por aquello, puede que no fuera nada, pero yo no quería que ciertas personas lo supieran.
-Te devolveré la camiseta en cuanto pueda, gomen-decía recogiendo mis cosas-Creo que lo mejor es que me mude de cuarto, así no habrá nuevos malentendidos.-añadí.
La verdad, creo que era una decisión acertada, de todas formas lo mismo daba dormir en una habitación que otra, y a los compañeros una siempre se acaba adaptando.
Sabía que Nigaito no tenía la culpa, y así podría pensar que huía del rumor, pero... había mucho en juego, en realidad no me importaba demasiado que pensaran eso ciertas personas, pero otras... es mejor que lo desconocieran.

Vi como ella recogía sus cosas, la verdad no quería que se fuera. Era la primera persona que había conocido aquí y me caía .... muy bien, muy muy bien.

Me acerqué a ella cuando recogía sus cosas y le dije:

- Me gustaría mucho que te quedaras.- Después de eso me sonrojé y empecé a balbucear sin poder soltar una frase coherente.

Esa frase me había salido del corazón, de mis sentimientos más profundos. Me daba mucha verguenza, así que me callé después de balbucear un par de segundos.

Esperaba una reacción por su parte, me asustaba un poco que pudiera sacar conclusiones precipitadas de lo que había dicho.

Esas palabras que pronunció Nigaito me hicieron darme cuenta de una cosa, y es que, siempre quise que alguien me las dijera, pero ese alguien nunca las dijo...
No sabía que pensar, no me importaba seguir ahí, pero lo que estaba haciendo era lo correcto, seguramente Nigaito no entendía nada, y no era su culpa, puesto que yo no le había contado que en realidad, estaba enamorada de otro.
-Lo siento, pero es imposible... ahora ya, por intentar ir de amiga, pasarán cosas que no quiero que pasen-dije con la cabeza agachada, mirando al suelo.
Sabía que, posiblemente, algo estaba naciendo entre nosotros, pero yo no quería que eso siguiera adelante.
-Etto... dejémoslo así, prefiero que todo lo que ha pasado, quede olvidado-dije últimando la mudanza.
Eso no quería decir "Adios" simplemente un "Hasta que las cosas se calmen"... era algo exagerado, pero cuando una no quiere que sus secretos sean desvelados, lo mejor es alejarse del peligro.

- Esta bien, adios Miku.- Dije con resignación, no podía detenerla, así que me tocaba quedarme solo.

Me senté en mi cama mientras la observaba con la mirada, aunque mi mirada acaba de perder su brillo, intentaba que ella no viera como estaban en este momento mis ojos, se habían oscurecidos y parecían a punto de llorar.

- Espero que nos volvamos a ver... pronto.

Probablemente no podría mirarla volver a mirarla sin recordar todo lo que había pasado, veía imposible aparentar ninguna tranquilidad.

Estaba algo nerviosa, esto no me había pasado antes, pero no quería que pasara nada más... almenos no por ahora. Si era sincera con él, provablemente le haría daño, porque él me había demostrado que sentía algo más por mi, pero también sabía que esos sentimientos no serían correspondidos. Ahora sí, con las ideas un poco más claras cogí mis cosas y miré hacia atrás, viendo como Nigaito me miraba con la mirada apagada.
-Supongo que nos veremos por aquí, no te preocupes, yo seguiré siendo una amiga más, pero sólo eso-dije mientras me marchaba.
Ahora sí, todo estaba claro, estos dos días habían sido algo extraños, probablemente nunca los olvidaría pero... serían eso, un recuerdo más. Ya sólo me quedaba cambiarme de habitación. Probablemente me instalaría de nuevo en la número 8.