Primer día de curso en clase de Historia

Hoy comenzaba el primer día del curso.
Era la primera vez que daba clase aquí, en este instituto. Lo poco que había visto me agradaba, parecían unas instalaciones modernas, no deberían tener muchos años, además de amplias.
No había tenido tiempo de conocer a mis compañeros profesores, tan solo conocía al director y a pocos más.

Me dirigí al aula algo más pronto de la hora de entrada, para ir familiarizándome con ella.
Era grande y luminosa, como imaginaba pues la mayoría de aulas del instituto son de ese estilo.
Dejé mis cosas sobre la mesa y ojeé mi libro de historia, aunque ese día probablemente aún no comenzaría a dar clase en serio, pues ya se sabe que el primer día es más bien de presentación.

Por la amplia ventana se observaba el patio y parte del instituto, iluminados por el sol.
"Hoy realmente hace un bonito día..."
Me acerqué a la ventana y me quedé observando el patio mientras pensaba en mis cosas.

Acababa de salir de la mansión, para ir a la escuela. Era un edificio bastante grande y se veía estable. Pregunté en recepción sobre mi clase.

- Es la segunda aula del segundo pasillo del segundo piso a la izquierda, bonita. - me dijo la recepcionista mascando chicle y sin apartar la mirada de la pantalla del ordenador.

Seguí las instrucciones para llegar a una aula con la puerta cerrada. Antes de entrar, dí varias vueltas sobre mi misma, preguntandome si debería entrar ya o si debería esperar a que alguien llegara y abriera esa puerta por mí. "Así nunca conoceré a nadie!" me dije a mi misma, y abrí la puerta de golpe. Sin razón, en ese mismo instante, recordé que había olvidado las llaves de mi habitación en la mansión. Alcé la vista y pude ver a una chica que miraba por la ventana, hasta que volteó la baeza para observar a una servidora. Enrojecí de vergüenza y solo supe decir:

- ¡¡Gomen nasai, sensei!! ¡Me he olvidado las llaves! - me giré - ¡Enseguida vuelvo! - grité mientras bajaba las escaleras.

Me giré algo sobresaltado cuando oí la puerta abriéndose. Era una alumna, no me dio tiempo ni a saludarla, pues enseguida se fue gritando que se le habían olvidado las llaves.
"Vaya, si que llega pronto esta alumna" pensé "O quizás es que ya es hora de comenzar la clase... como sea, más vale que me vaya preparando"
Me senté en mi silla de profesor y comenzé a cotillear los cajones de la mesa. Solo había un par de tizas y cuatro folios en blanco.
A decir verdad, estaba algo nervioso... Las cosas nuevas me ponían inquieto.

Cogí una tiza y me levanté de mi asiento. Para intentar calmar mis nervios, comenzé a escribir cosas en la pizarra.
Sin darme cuenta, acabé hablandole a una clase de alumnos imaginarios sobre la época del Japón feudal y las luchas de samurais.
Quizás si ensayaba como dar una clase no me sería tan difícil...

Aun cogiendo de la mano a Miki-chan, entré en la clase. De repente me di cuenta de que posiblemente Miki-chan no debería estar en esa clase.
- L-L-Lo-lolo-lo...lo... lo sientooooooooo~! - grité mientras mi cabeza iba volteandose mirando a sensei y a Miki-chan.

Habiamos corrido mucho para llegar ahi y estaba bien empezar con Historia, asi que porque no quedarme?, me pregunte.
-No pasa nada Chiu, es mas creo que estaria bien empezar hoy...-dije algo vaga por tener que estudiar.
Mire al profesor que llevaba una coleta, al pricinpio pense que era una mujer, pero me fui dando cuenta que no.
-Disculpe sensei- dije mirando al hombre

Estaba muy concentrada en intentar entender y procesar todos esos datos de la era medieval cuando de repente me di cuenta. Todo ese tiempo había estado equivocada. Había sacado una conclusión erronea desde el principio. Y es que...

¡¡¡¡¡Sensei no era una chica, era un chico!!!!!

Instintivamente, me levanté de golpe de la silla, provocando que ésta se caiera hacia atrás y que la mesa saltara hacia delante. No sabía si debía disculparme, no sabía que hacer.

Mire a Chiu y pense que tambien se habia dado cuenta de que no era una mujer, me levante yo tambien y le dije al profesor:
-Disculpe esque no ha desayunado y esta un poco cansada, es como si estuviera sonambula- dije un poco desconcertada
Mire a chiu de nuevo y le dije con la mirada que se sentara antes de que alguien mas se pusiera paranoico.

Gracias a las palabras de Miki-chan, desperté.
- Gomen, gomen... - me susurraba a mi misma para tranquilizarme.
Mientras el sensei seguía dando clase de historia, no podía evitar despistarme pensando en otras cosas, como en cómo conocer a la gente que vivía en la mansión, cómo encontrar a mi prima Miku.... También me preocupaba tener buena acogida entre todos ellos, que más o menos se conocían todos entre todos... Me preguntaba si ((se podría decir que)) tener una habitación sola sería algún inconveniente...

La clase comenzó con normalidad. La presentación duró bastante poco, y ya que sobró mucho tiempo, decidí comenzar con el temario de Historia.
Por supuesto, comenzaríamos con la época feudal, y seguramente daríamos más tiempo ese tema del que está programado.
Mientras escribía cosas en la pizarra, oí como alguien se levantaba bruscamente de su asiento. Me giré y era la chica de las llaves.

- ¿Ocurre algo, señorita...? -pregunté.

Otra chica me respondió por ella, y volví a retomar la clase con normalidad.

- Muy bien... ¿Habeis comprendido el por qué de la existencia de samurais?

"Si" contestaron todos al unísono.

- Está bien... entonces no os importará si os pregunto, ¿verdad? -dije sonriente-

Examiné la clase, mirando a los alumnos uno por uno. Clavé mi mirada en la chica de las llaves, que parecía estar algo despistada.

- Tú -dije señalándola- Hatsune, ¿en qué siglo se originaron los samurais?

Estando yo distraída, noté que el profesor me lanzaba una pregunta. ¿Qué en que siglo se originaron los samurais?... No tenía ni idea.

- Ehm... Pues... El... El siglo... - dije intentando pensar, en valde - El.. El siglo... ¿El siglo XI?

No estaba nada segura de esa respuesta. Es más, estaba tan nerviosa que empecé a encontrarme mal. Apenas acababa de llegar, después de ese largo viaje en tren, era posible que me hubiera mareado durante el viaje. Tenía hasta ganas de vomitar.

- Sensei... disculpeme.. pero esque.. - dije exhausta, cada vez con el tono más bajo. - me encuentro muy mal... - me levanté del pupitre, hice una reverencia y me dirigí a la puerta. - ... creo que lo mejor sería irme antes de perjudicar más a la clase. Lo siento mucho, de verdad.

Salí corriendo por la puerta, en dirección a la mansión. Odiaba vomitar en público.

- No señorita, los samurais datan del siglo X, lo he repetido muchas veces... ¿no estaba prestando atención, verdad? -dije con una medio sonrisa, al haberla pillado.

Entonces, la chica se levantó de su pupitre diciendo que se encontraba mal y se fue corriendo.
Salí al pasillo tras ella, preocupado, y vi que no se dirigía hacia la enfermería.

- ¡Eh, la enfermería está por el otro lado! ¿A donde vás?

Despues de estar un rato en el centro comercial decidi ir a la escuela
como no sabia cual era mi salon me hacerque a una puerta donde se encontraba un hombre que parecia un samurai como los que salen en los libros
-D-disculpe este es el salon de segundo grado?-
pregunte el hombre de aspecto samurai
-Mi nombre es Mikuo Hatsune-
dije mientras extendia mi mano al gran hombre
*Sera un verdadero samurai*
pensaba mientras observaba su cara esperando su respuesta

No pude hacer nada, la chica acabó por irse... Me quedé desconcertado, mirando hacia el pasillo. Qué bien empezaba el primer día de clase...
Suspiré y me dispuse a entrar de nuevo a clase, pero oí una voz que parecía hablarme. Me giré y me encontré con un muchacho bajito de cabellos turquesa.

- Si, esta es la clase de segundo -contesté con mi típica sonrisa- Pero has de saber que llegas tarde...

El chico era bastante mono, todo había que decirlo, y no podía enfadarme con alguien así...

- Pero solo por esta te la perdono... -dije sonriente mientras le guiñaba un ojo al chaval.

sali corriendo de la mansion,me cai como 3 veces por la prisa, no queria llegar tarde a mi primer dia de clases,hoy no queria ser la niña timida que no le habla a nadie tenia decidido hacer muchos amigos pasarlo boba con todos claro tambien tener buenas notas,por fin llegue al instituto era tan bonito y grande "acaso todo en esta ciudad es tan grande y lujoso?" pense mientras entraba me diriji a mi salon,todo estaba tan solo creo que llegue muy temprano entre a mi salon y quede en shock al ver que el salon estaba lleno y la clase ya habia empezado mire mi reloj y me di cuenta que habia llegado tarde -per-perdon...yo...esto...mi reloj...y...-,todos me miraban mi cara se puso toda roja y solo me quede ahi parada en la puerta,tenia ganas de gritar todo lo malo siempre me pasa a mi